Los relatos de Haisea Pastora de Gorbea (4)
Junio, 2022La gran perla negra de Álava
Kaixo. Una de mis mejores amigas perrunas se llama Beltza. Tiene uno de los oficios más gratificantes al que la especie canina puede aspirar: ella es buscadora de tesoros escondidos.
En mi anterior artículo os hablé de cómo árboles y hongos colaboran y se ayudan entre sí. Hay un caso especialmente …huummm, ¿cómo lo expresaría en ladruno? prodigioso, excitante, extasiante… bueno, no sé como calificar a la canción aromática con que las trufas llaman a las puertas de nuestro gran olfato, cuando olisqueamos por la naturaleza. La trufa negra es el fruto de un hongo subterráneo que vive asociado a las raíces de ciertos árboles, principalmente encinas y también robles y quejigos. Entre el árbol y el hongo se establece una simbiosis entre las raíces con la que se intercambian nutrientes y se benefician mutuamente.
Aunque antiguamente en Álava, como en otros territorios privilegiados, a estos hongos que estaban ocultos bajo algunos árboles no se les daba mucha importancia, hoy en día está considerado como un exclusivo manjar. Todo un tesoro escondido al que han bautizado como «perla negra» o «diamante negro», por su aroma único, su delicado sabor y, debido a su escasez, también por su elevado precio. Las buenas trufas negras requieren unas condiciones climáticas y de suelo muy exigentes. Por otro lado, el cultivo de nuevas parcelas conlleva un proceso de años.
Cuando me cuenta Beltza sus aventuras, no puedo evitar cierta envidia sana y hasta admiración. Lo divertido que le resulta seguir el rastro, la emoción que le despierta localizar este tesoro aromático y sobre todo la felicidad que le embarga al recibir caricias y mimos de su dueña cuando alaba su trabajo. Beltza me cuenta que aunque nuestros hermanos los cerdos disfrutan de un olfato privilegiado e idóneo para este trabajo, son muy glotones y les encanta mordisquear el sabor ligeramente amargo de este manjar, por lo que los humanos prefieren que seamos los perrunos los encargados de disfrutar descubriendo los tesoros ocultos de los árboles.
En nuestra tierra se fundó en 2006 la Cooperativa de la Trufa de Álava con el objetivo de garantizar la calidad de las trufas recolectadas y profesionalizar el sector. Los fines de la Cooperativa de la Trufa de Álava son la promoción, divulgación y defensa de este apreciado hongo, un producto absolutamente natural, ecológico y único que a los perrunos nos hace salivar y nos proporciona un gustirrinín celestial en nuestras narices caninas. Ondo egin!