La vuelta al cole
Septiembre, 2022Septiembre llega cargado de estrenos de libretas, regalos, carpetas o bolis. Con la llegada del nuevo curso, las librerías se convierten en uno de los establecimientos esenciales para comprar el material elemental para arrancar el curso. Librería Milú, Eguzki o Irazu, son algunos de los negocios que hacen posible que los/as vecinos/as de nuestros pueblos tengan a su alcance el material que necesitan.
En Salvatierra-Agurain, encontramos a Iratxe Ocáriz propietaria de la Librería Milú, ella nos cuenta que la idea de apostar por una librería en el entorno rural nace hace seis años, a raíz del cierre de una de las librerías de toda la vida de Agurain. En ese momento, impulsados por su pasión a la lectura y la literatura, se plantean retomar el testigo y lanzarse a ello. Lo mismo le ocurrió a Esperanza, propietaria de Librería Irazu, al igual que Iratxe, decidió arriesgarse e invertir en un espacio dedicado a la literatura en Elciego.
Ambas mujeres se decantaron por permanecer y ejercer desde el medio rural con el fin de valorizar la calidad de vida en sus pueblos mediante una disponibilidad más amplia de productos y servicios. “Para nosotros/as la cercanía lo es todo, nos gusta creer que no solo vendemos material sino que también ayudamos a la gente en lo que podemos”, recalca Iratxe.
Calidad, buen servicio y sostenibilidad son algunas de las características que nos ofrecen los negocios rurales. Debido a las grandes superficies y la venta online, estos pequeños negocios precisan más que nunca de nuestro apoyo. Iratxe, de librería Milú, insiste en que “concienciar a las personas para que hagan sus compras en el pueblo, es importante para que nuestros pueblos no se apaguen y podamos conservar la vida en él.” A su vez, Esperanza, de la librería Irazu, subraya que “pequeños negocios damos vida y hacemos pueblo”.
A la hora de hablar del futuro de Librería Milú o Irazu, ambas libreras nos cuentan que seguirán trabajando por dar un buen servicio y capear con mucho esfuerzo todos los malos augurios que se pronostican. ¡Larga vida a los pequeños negocios rurales!